8 de diciembre de 2013

Cuidando a una Flor de Navidad

Buenas tardes guapetonas!!

Quizá la planta o flor más popular en estas entrañables Fiestas, sea la Poinsettia o también llamada Flor de Pascua o de Navidad, como a mí me gusta llamarla. Es raro el hogar que no se adorna con este tipo de planta durante las Navidades, puesto que refleja claramente la llegada de estos familiares días, y con el rojo (la mayoría de ellas, puesto que también las hay blancas, amarillas e incluso color salmón) y el verde de sus hojas, traduce los colores clásicos de la Navidad.

La decorativa Poinsettia es originaria de México y florece naturalmente en invierno aunque debido a los últimos avances tecnológicos, se la puede hacer florecer durante todo el año.

Lo que llamamos flores, en realidad no lo son, se trata de Brácteas. Las brácteas son pétalos que nacen de la planta y que se confunden comúnmente con flores. Las verdaderas flores están en el centro de las brácteas y son pequeñitas y amarillas. Otro caso parecido es el de las buganvillas.

Aunque parezca lo contrario, la Poinsettia es una planta bastante fuerte y sus cuidados son fáciles. Como curiosidad os diré que en estado natural, puede llegar a medir más de tres metros de altura.

Hoy os voy a dar unos consejos y trucos para que este precioso arbusto no muera, y os dure en casa lo máximo posible.

1. Lo principal es elegir muy bien la planta. Las mejores serán aquellas con bastantes hojas verdes y cuyas flores (ya sabéis, la parte central de la brácteas) sean de colores amarillo-verdoso, pues son signo de frescura.

2. No compréis plantas que se encuentren en el exterior, pues son muy sensibles al frío, y aunque al principio parezcan sanas, acusarán las bajas temperaturas días más tarde.

3. Al transportarlas, tendremos que tener mucho cuidado pues si alguna hoja se daña o cae, suelta un fluido lechoso (no habéis visto en alguna ocasión bolitas o manchas blancas en las hojas de las poinsettias que parecen nieve?) que puede dejar marcas antiestéticas en las hojas o pétalos.

4. Hay que colocar la planta en un lugar cálido y muy luminoso, la luz es muy importante para ella. La temperatura debe rondar los 17-20º y se deben evitar las corrientes de aire o el frío, o la cercanía excesiva a radiadores o estufas.

5. Debemos regar sólo si la tierra está casi seca, con agua tibia si es posible. Procuraremos no mojar flores ni hojas y si empieza a marchitarse por un ambiente demasiado seco, lo mejor es situarla sobre agua y guijarros. Evitaremos que quede agua encharcada en el plato o maceta, para no ahogar a la planta ni pudrir sus raíces. Ya sabéis que a veces las plantas mueren por exceso, y no por defecto de agua.

6. Si tras las Fiestas, y cuando la Poinsettia ha perdido sus pétalos rojos, no quieres deshacerte de ella, hay que podarla, dejando tallos de 10cm de altura. Los tallos podados pueden usarse como esquejes. Y sobre todo tiene que estar situada en un lugar luminoso. A la llegada de la primavera, se transplantará a una maceta grande, abonándola para que produzca brotes nuevos. Es difícil la floración roja porque la Poinsettia, a partir de Septiembre, necesita de 12-14 horas de absoluta oscuridad (incluso una simple bombilla la perjudicaría) y 10 horas ininterrumpidas de luz. Puedes ayudarte de una gran caja de cartón que la mantenga protegida. Cuando las nuevas brácteas empiecen a teñirse de rojo podrás llevarla al sitio que prefieras. Si no se mantiene ese horario de oscuridad-luz, la planta florecerá pero sus brácteas serán completamente verdes.