Buenas tardes chiquitas mías!!!
UAUUUUU que pedazo de portada eh?. Ante todo mil perdones, es normalucha, sencilla y sin mucha personalidad pero espero cambiar eso dentro de poco, porque cómo habréis notado no tengo mucha idea de diseño gráfico...pero todo se andará!!!.
Hoy os vengo a hablar de un elemento que forma parte de todas ya desde antes de nacer...el rimmel? blush? Lipstick?...noooooooo, algo mucho más básico y barato (en cierta medida claro). EL AGUA. Sí señoritas, el agua conforma más del 70% de nuestro cuerpo y ese porcentaje llega a ser incluso del 90% en algunos seres vivos. Imaginaos que tan importante puede llegar a ser, que si una persona llegara a perder el 10% de agua correría grave peligro pero una pérdida del 20% podría llevarla a la muerte. Parece increíble pero es cierto. El agua no sólo nos da la vida sin que también puede provocarnos enfermedades. Su contaminación por desechos humanos, animales o químicos y falta de tratamiento adecuado pueden provocar enfermedades tan comunes como la gastroenteritis o hepatitis, pasando por la polio e incluso algunas mucho más serias e importantes como pueden ser el cólera, el dengue o la fiebre amarilla.
El agua (del latín aqua) es una sustancia cuya molécula está formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno (H2O) y es necesaria para todas las formas de vida y está completa y directamente ligada a ella. Puede encontrarse tanto en estado líquido, en forma sólida llamada hielo, y en forma gaseosa denominada vapor. Este elemento cubre el 71% de la superficie de la corteza terrestre.
Queridas mías, debemos ahorrar agua tanto en el baño como en la limpieza y riego de plantas. Evidentemente la agricultura y la extinción de fuegos se llevan una buena parte de ella pero si todos aportamos nuestro granito de arena de algo servirá, no creéis?.
El agua es considerada como un elemento purificador en la mayoría de religiones. Algunas de las doctrinas religiosas que incorporan el ritual de lavado o abluciones son: el cristianismo, el hinduismo, el movimiento rastafari, el islam, el sintoísmo, el taoísmo y el judaísmo. Asimismo, en muchas religiones incluyendo el judaísmo y el islam, se realizan baños rituales de purificación a los muertos, en el agua. En el sintoísmo el agua es empleada en casi todos los rituales para purificar una persona o un lugar.
Usualmente se cree que el agua tiene poderes espirituales. Por ejemplo en la mitología celta, Sulis es la diosa de las aguas termales y en el hinduismo, el Ganges es personificado por una diosa.
Y tras conocer algunos datos sobre este elemento purificador, vamos a lo que realmente nos interesa, la belleza que nos aporta el agua.
Sobre el agua se ha dicho de todo, pero pasemos a desmontar algunos mitos sobre ella:
- El agua adelgaza/engorda: No, aunque sí es cierto que beber grandes cantidades de agua nos da la sensación de saciar nuestro apetito con lo que no necesitaremos comer tanto, regula el tránsito intestinal y facilita el proceso de digestión de nuestro organismo metabolizando las grasas acumuladas y eliminando toxinas. El agua ayudará en los problemas de sobrepeso que padezcan las personas pero ni adelgaza ni engorda. El agua no tiene calorías chicas, pero tampoco va a hacer que perdamos grasas o kilos.
* El agua mejora nuestros músculos: Ayuda a que las células conformen tejidos y éstos mientras más hidratados estén, más jóvenes se mantendrán y se encontrarán en perfectas condiciones para entrenar. Lo que está claro, es que bajo ningún caso el agua va a conseguir que se tonifiquen, ya que eso solamente se logra con una rutina de ejercicios.
- Se necesita más agua en verano que en invierno: La deshidratación puede ser más obvia en verano que en invierno, pero mantener tu cuerpo bien hidratado durante el invierno es igual de importante. Aparentemente, durante los deportes o actividades de invierno, no se suda mucho. Sin embargo el cuerpo sigue perdiendo fluidos, por lo que beber 8 vasos de agua al día es necesario para poder mantener el rendimiento en tus actividades.
- Si retienes mucho líquido debes beber menos agua: En realidad es todo lo contrario. Cuando tu cuerpo se ve privado de agua, lo percibe como una amenaza para sobrevivir por lo que se compensa reteniendo líquido. Tomar una adecuada cantidad de agua (8 vasos o 2 litros diarios) te ayudará a mantener un balance apropiado de fluidos y eliminará el exceso de sodio, el cual puede contribuir a la retención de líquidos. Bueno bueno, me lío a escribir y no paro...he decidido dividir este post en dos, dada la variada y amplia información que existe sobre el tema.
En la próxima entrada os hablaré en profundidad del agua como fuente de belleza y os contaré algunas anécdotas curiosas.
Hasta la próxima cielines!!!!
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