Dentro de poco (aunque parezca mentira debido a los fuertes temporales que estamos viviendo), llegará el buen tiempo, y con él, las ganas de descubrirnos y de lucir cuello y escote. Pero la verdad es que tras haber pasado meses escondidas bajo abrigos, bufandas y jerseys, desnudar una parte tan sugerente de nuestro cuerpo como es el cuello, da cierta pereza e incluso miedo a algunas mujeres.
En algún lugar escuché que la edad de una mujer se mide a través de sus manos, de la flacidez de sus brazos, y de las arrugas de su cuello (como si de la edad de un árbol se tratase). Efectivamente, en muchas ocasiones descuidamos las atenciones que le debemos a nuestro cuello y no le proporcionamos los cuidados que merece. Piensa que el cuello es una parte muy sensual de la anatomía de la mujer y no se merece tal desarraigo.
El reloj del tiempo deja su huella a través de manchas, flacidez o arrugas horizontales, signos determinados por la genética y las hormonas; las arrugas verticales vienen dadas por el envejecimiento y los malos hábitos posturales.
El cuello es extremadamente frágil y no nos damos cuenta. He conocido a mujeres jovencísimas con un cuello arrugado y con poca firmeza. Tu rostro puede estar radiante, pero debe ir en consonancia con él, si no, es un puzzle que visualmente no encaja.
Ante todo es muy importante desde bien niña mantener una buena postura y caminar derecha y erguida, mantener una buena postura mientras estés sentada, sobre todo frente al ordenador...No sólo es eficaz para nuestro cuello, sino también para prevenir problemas de espalda. El paso de la infancia a la pubertad y adolescencia es un paso fundamental en una mujer ya que nos fundimos en un cacao hormonal sin parangón y damos nuestros primeros pasos hacia la madurez física. Si nos hacemos a la idea de que con una buena postura podemos mejorar mucho nuestro cuerpo, pronto se convertirá en una costumbre y no nos costará tanto llevarla a cabo. Es muy sencillo y fácil.
A partir de los 30 años, la disminución de estrógenos provoca muchos cambios y es cuando tenemos que cuidar nuestro cuello en serio. Y cuidado con las pérdidas bruscas de peso y la tan temida papada!!.
Asimismo los exfoliantes, mascarillas e hidratantes son cosméticos que no podemos olvidar si queremos mantener nuestro cuello terso, suave y luminoso, en aras de retrasar en el mayor grado posible, el paso del tiempo.
Si bien podemos utilizar en el cuello y escote los mismos productos que utilizamos para el rostro, es preferible cuidados específicos para esta zona y muchas firmas de cosmética ya han lanzado sus tratamientos para la
misma.
Que hago yo?. Intentar mantener buenas posturas, proteger la piel del cuello con SPF alto e hidratarla. Por el momento yo utilizo la archifamosa y conocida gracias a Isabel Preysler, Xhekpon, que es baratita, rica en colágeno y centella asiática. También practico truquitos a diario, como intentar tocarme la nariz o la barbilla con la lengua unas diez veces (parece una chorrada pero intentadlo y veréis como se os tensa el cuello) o girar suavemente la cabeza a un lado y otro tras respirar profundamente.
Por hoy es todo guapísimas, espero que os haya gustado.
¿Cuidáis vuestro cuello?. ¿Utilizáis algún producto específico para el mismo?.
BESAZOS!!
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